Seguimos de cerca y con preocupación los enfrentamientos entre las ramas sirias de la organización terrorista separatista y algunos grupos tribales árabes en el campo de Deir-Ez Zor.
Este acontecimiento es una nueva manifestación de los intentos de la organización terrorista de subyugar a los antiguos pueblos de Siria aplicándoles violencia y presión y violando sus derechos humanos fundamentales.
Esperamos que el verdadero carácter de la organización terrorista, que trata de enmascarar estos objetivos e intenciones afirmando ser un actor en la lucha contra DAESH, sea visto por sus patrocinadores sin más demora y sin causar más sufrimiento a los elementos antiguos de la región, incluidos los kurdos sirios.